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Un Aloe empeñado en ser mamá, y yo...empeñado en que viva.


Hace un tiempo me llegó un Aloe Vera, era una preciosa planta, de unos amigos que se iban a mudar, y no se podían responsabilizar más de la planta.

Cuando el Aloe me llegó se encontraba mustio, apagado, casi muerto, ¡y no era para menos! en la misma maceta habian nacido muchos más aloes a la base del Aloe, La maceta se encontraba a rebosar de diferentes aloes. Uno muy grande, la mamá, y otros muchos pequeñitos.

¡Había tantos que no se podía ver la tierra de la maceta! ¿Cómo iba a sobrevivir aquella madre, con tan poca tierra para tantos hijos?

Al traerla a casa, lo primero que hice fué empezar a trasplantar los aloes hijos... Uno, otro, y así hasta 14! Esa mamá era todo un prodigio, había tenido 14 hijos a pesar de ir en contra de su salud. ¿No es bonito?

Una vez trasplantados, todos empezaron a recuperarse rápidamente, en unos meses se habían vuelto Verdes y más grandes. La mamá también se puso verde, aunque yo creo que se puso tan verde, por ver a sus hijos tan sanos y fuertes, porque así son las madres.

Pasó el tiempo y la mamá orgullosa había vuelto a rodearse de una nueva camada de hijos, ya había 3 o 4 creciendo en esa pequeña maceta. Mientras rescataba de nuevo mi Aloe madre, plantando a sus nuevos hijos cerca, pero en diferentes macetas, me encontré sumido en un pensamiento "Qué testaruda es este aloe, parece que quiera morir asfixiada..." A lo que una voz dentro de mi, respondía "y qué testarudo eres tú, empeñandote en que sobreviva".

Al final, su esencia es ser mamá, y tener tantos aloes como pueda, y la mia, cuidar de todos ellos. No podemos alterar la esencia de nadie, ni siquiera la de nuestros Aloes.

Tu psicólogo de confianza en el centro de Valencia

Manuel Camino

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